Los productos estructurados y derivados están diseñados para el inversor que busca maximizar el rendimiento potencial de sus inversiones a cambio del nivel de riesgo que él mismo define. Instrumentos de cobertura e inversión de cara a minimizar riesgos inherentes a la volatilidad de los precios de activos o insumos en diferentes mercados. Se trata de estrategias para responder a necesidades específicas:

• Protección del capital,
• Participación en la subida de los mercados, o
• Búsqueda de una rentabilidad superior a la del mercado monetario.

Un producto estructurado es una combinación de diversos instrumentos. Uno habitual es una estructura con garantía del capital, en que el capital invertido queda garantizado, y el cupón se vincula a un instrumento subyacente a través de un derivado. La amplia gama de instrumentos subyacentes queda de manifiesto en la variedad de categorías de derivados, que van desde los basados en tipos de interés, en tipos de cambio o en renta variable hasta los derivados sobre crédito, materias primas (commodities) o inflación.